Opinión de Expertos: Oportunidades en Vehículos de Nuevas Energías

Por Fabian Knopf, Dezan Shira & Associates
Traducido por BPO Asia

Impulsado por las preocupaciones de la contaminación atmosférica y la dependencia en las importaciones de petróleo de China, el gobierno chino ha emprendido una política para promover el uso de vehículos de nuevas energías.

Desde 2009, los gobiernos locales en determinadas ciudades pilotos se han visto obligados a adquirir vehículos eléctricos para varios propósitos públicos. Incluye coches de policía, taxis, camiones de saneamiento y autobuses urbanos. Tanto las cuotas de vehículos como las ciudades cubiertas en el plan se han incrementado.

Como en muchos otros países, China ha desarrollado políticas preferenciales también para la compra de coches privados, con el gobierno central y ciertos gobiernos locales ofreciendo numerosos subsidios e incentivos. Los subsidios del gobierno central oscilan desde los 33,000 hasta los 57,000 RMB, dependiendo del tipo de coche. La mayoría de las autoridades locales doblan el subsidio del gobierno central, pero a menudo se limitan a coches eléctricos producidos localmente. Por ejemplo, el coche BYD Daimler desarrollado y producido en Shenzhen recibe aproximadamente 120,000 RMB en subsidios por coche. Estas tendencias proteccionistas se relacionan con la estrecha relación que tienen algunas administraciones municipales con los productores de coches locales.

Muchas administraciones locales además eximen a los vehículos de nueva energía de las políticas de licencias de vehículo en lugar de restringir el uso del coche. Por ejemplo, Beijing requiere a sus residentes para que participen en una lotería por el derecho a comprar una matrícula. Para los vehículos de energía nueva, hay una lotería especial con menos participantes, y por tanto una gran oportunidad de conseguir una matrícula.

Shanghái subasta sus matrículas para automóviles normales, pero para los vehículos de nueva energía seleccionados, la matrícula es gratuita. A pesar de los subsidios, la utilización de los vehículos de nueva energía apenas ha despegado, ya que a menudo los vehículos de nueva energía todavía cuestan el doble del precio de un coche normal. La batería es el principal culpable, la cual representa la mitad del precio en los vehículos de nueva energía producidos en China. El gobierno chino también persigue el objetivo conflictivo de estimular la industria domestica automovilística del país, así que los coches importados – con baterías más baratas– no están cubiertos por los subsidios. A los productores chinos les falta tecnología para fabricar sus vehículos de nueva energía tan fiables y a un precio competitivo como los productores de coches extranjeros. A la ya existente escasa ejecución de las medidas de defensa  de propiedad intelectual, se añaden  los estrictos requerimientos para las transferencias de tecnología en empresas extranjeras que buscan producir y vender coches en China. Con bastantes fabricantes de coches reacios a abandonar la tecnología clave, muchas de las nuevas tecnologías en materia de energía desarrolladas no han logrado alcanzar el mercado chino.

Otra cuestión es la falta de infraestructura de carga. Mientras se extiende con rapidez, actualmente sólo las ciudades cubiertas en la nueva política energética tienen en cierto modo instalaciones de carga. A pesar de estos obstáculos, un elevado número de fabricantes de automóviles han acudido a China para vender vehículos eléctricos. Su momento de gloría podría estar a la vuelta de la esquina, ya que las ventas de vehículos de nueva energía alcanzaron las 27,000 en diciembre de 2014 en China – sobrepasando por primera vez las ventas de EEUU de ese mes.

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