Evolución de la inversión china en el exterior (IED): Orígenes, destinos y sectores
- En 2024, la IED de China ascendió a 192 200 millones de dólares estadounidenses, con un claro giro hacia la alta tecnología, la energía verde y las infraestructuras digitales, lo que refleja una estrategia de expansión global sostenible e impulsada por la innovación.
- Las inversiones se dirigen cada vez más hacia Asia, la BRI y los mercados emergentes, mientras que los flujos hacia economías desarrolladas como la estadounidense disminuyen; en 2025, la resiliencia estratégica, la innovación tecnológica y la participación global diversificada guiarán a las empresas chinas.
- De cara al futuro, se espera que las empresas chinas profundicen sus inversiones en sectores prioritarios y mercados de la BRI, alineándose con las estrategias nacionales y aprovechando las oportunidades globales emergentes.
La inversión directa exterior (IDE) de China mantuvo un fuerte impulso en 2024, alcanzando nuevos niveles récord a pesar de las incertidumbres económicas mundiales. Según el Boletín Estadístico de 2024 sobre la inversión extranjera directa de China (en adelante, el «Boletín»), publicado conjuntamente por el Ministerio de Comercio (MOFCOM), la Oficina Nacional de Estadísticas (NBS) y la Administración Estatal de Divisas (SAFE) el 8 de septiembre de 2025, los flujos de IED de China alcanzaron los 192 200 millones de dólares estadounidenses, lo que supone un aumento del 8,4 % con respecto al año anterior.
La publicación del boletín vino acompañada del lanzamiento del primer índice de actividad de inversión exterior de las empresas chinas (COIAI), presentado en el marco de la 25.ª Feria Internacional de Inversión y Comercio de China. Con una lectura compuesta de 142 en el primer semestre de 2025, el índice puso de relieve tanto la resistencia como la vitalidad de la expansión internacional de las empresas chinas. Las autoridades destacaron que el índice, junto con el boletín sobre la inversión directa en el extranjero y las guías de inversión específicas por países recientemente publicadas, proporcionarán a los responsables políticos, las empresas y las instituciones financieras herramientas más completas para evaluar las condiciones del mercado mundial y reforzar el apoyo a estrategias de «internacionalización» de alta calidad.
En este artículo, analizamos las principales tendencias, las prioridades sectoriales y los patrones regionales que configuran la IED de China en 2024, al tiempo que ofrecemos una perspectiva de futuro para 2025, centrándonos en sectores estratégicos como la energía verde, las infraestructuras digitales y los mercados de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI).
Resultados generales de la IED de China en 2024
En 2024, la IED de China experimentó un crecimiento constante en un contexto de modesta recuperación económica mundial, relajación de la inflación y continuas incertidumbres geopolíticas. Del total de flujos de IED (192 200 millones de dólares) destacados en el Boletín, las inversiones en acciones representaron 73 050 millones de dólares (38 %), las ganancias reinvertidas alcanzaron los 77 890 millones de dólares (40,5 %) y los instrumentos de deuda contribuyeron con 41 260 millones de dólares (21,5 %).
A finales de año, el stock acumulado de IED de China (que mide el valor total acumulado de toda la IED del país) había aumentado hasta alcanzar los 3,14 billones de dólares, repartidos entre 190 países y regiones. Esto comprendía 1,76 billones de dólares en inversiones de capital (56 %), 989 360 millones de dólares en ganancias reinvertidas (31,5 %) y 393 400 millones de dólares en instrumentos de deuda (12,5 %). Los activos totales de las empresas chinas en el extranjero superaron los 9 billones de dólares, lo que refleja la magnitud de la presencia económica internacional de China.
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Inversión directa china en el extranjero: flujos anuales, existencias y clasificaciones mundiales (2002-2024) |
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| Año | Flujo (miles de millones de dólares estadounidenses) | Clasificación mundial | Crecimiento interanual (miles de millones de dólares estadounidenses) | Saldo (miles de millones de dólares estadounidenses) | Clasificación mundial |
| 2024 | 192,20 | 3 | 0,84 | 3139,93 | 3 |
| 2023 | 177,29 | 3 | 0,87 | 2955,40 | 3 |
| 2022 | 163,12 | 2 | -0,88 | 2754,83 | 3 |
| 2021 | 178,82 | 2 | 1,63 | 2785,15 | 3 |
| 2020 | 153,71 | 1 | 1,23 | 2580,66 | 3 |
| 2019 | 136,91 | 2 | -0,43 | 2198,88 | 3 |
| 2018 | 143,04 | 2 | -0,96 | 1982,27 | 3 |
| 2017 | 158,29 | 3 | -1,93 | 1809,04 | 2 |
| 2016 | 196,15 | 2 | 3,47 | 1357,39 | 6 |
| 2015 | 145,67 | 2 | 1,83 | 1097,86 | 8 |
| 2014 | 123,12 | 3 | 1,42 | 882,64 | 8 |
| 2013 | 107,84 | 3 | 2,28 | 660,48 | 11 |
| 2012 | 87,8 | 3 | 1,76 | 531,94 | 13 |
| 2011 | 74,65 | 6 | 0,85 | 424,78 | 13 |
| 2010 | 68,81 | 5 | 2,17 | 317,21 | 17 |
| 2009 | 56,53 | 5 | 0,11 | 245,76 | 16 |
| 2008 | 55,91 | 12 | 11,09 | 183,97 | 18 |
| 2007 | 26,51 | 17 | 2,53 | 117,91 | 22 |
| 2006 | 21,16 | 13 | 4,38 | 90,63 | 23 |
| 2005 | 12,26 | 17 | 1,229 | 57,21 | 24 |
| 2004 | 5,5 | 20 | 0,93 | 44,78 | 27 |
| 2003 | 2,85 | 21 | 0,56 | 33,22 | 25 |
| 2002 | 2,7 | 26 | — | 29,9 | 25 |
En términos de actividad inversora, a finales de 2024, alrededor de 34 000 inversores chinos habían creado más de 52 000 empresas en el extranjero. Casi el 70 % de estas empresas eran rentables o alcanzaban el umbral de rentabilidad, lo que pone de relieve la resiliencia y la sostenibilidad de la inversión exterior de China.
Desde una perspectiva global, China siguió siendo una fuente líder de IED. Según el Informe sobre las inversiones en el mundo 2025 de la UNCTAD, los flujos mundiales de IED ascendieron a 1,61 billones de dólares estadounidenses en 2024, y China representó el 11,9 % de los flujos y el 7,2 % del stock mundial, lo que situó al país en tercer lugar a nivel mundial en ambas medidas.
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El sector financiero fue uno de los principales contribuyentes, con 23 780 millones de dólares estadounidenses en flujos hacia el exterior en 2024, lo que supone un aumento del 30,5 % con respecto al año anterior. Dentro de este sector, los servicios monetarios y financieros (antes banca) representaron casi dos tercios de la inversión financiera total.
Los flujos de inversión no financiera ascendieron a 168 420 millones de dólares, lo que supone un aumento interanual del 5,9 %, y siguieron desempeñando un papel fundamental en el impulso de los vínculos económicos externos de China. Las empresas extranjeras contribuyeron con 211 000 millones de dólares estadounidenses en exportaciones, 71 200 millones de dólares estadounidenses en importaciones y lograron 3,63 billones de dólares estadounidenses en ingresos por ventas, al tiempo que pagaron 82 100 millones de dólares estadounidenses en impuestos a las economías de los países anfitriones. El empleo generado por estas empresas alcanzó los 5,02 millones de trabajadores, de los cuales casi el 66 % eran empleados locales, lo que afianzó aún más la inversión china en las economías de los países anfitriones.
En conjunto, estos indicadores muestran que la IED de China en 2024 no solo creció en escala, sino que también se fortaleció en calidad, con una combinación equilibrada de flujos financieros y no financieros, mayores ganancias reinvertidas y una integración más profunda en las economías de los países socios.
Distribución de la IED de China por regiones
A finales de 2024, la IED de China ha ampliado su presencia en 190 países y regiones, lo que representa el 81,2 % de todos los países del mundo. Esta distribución pone de relieve la creciente influencia económica mundial de China y su enfoque cada vez más estratégico en la asignación de inversiones.
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Asia: Dominio y centros financieros estratégicos
Asia sigue absorbiendo la mayor parte de la IED china, con un stock total de 2,20 billones de dólares, lo que representa el 70,2 % del total mundial.
Dentro de Asia, Hong Kong representa por sí solo el 87,1 % de la inversión regional, lo que lo convierte en el centro neurálgico de las participaciones extranjeras de China. Otros destinos importantes son Singapur, Indonesia, Tailandia, Vietnam, Macao, Malasia y Laos, lo que refleja una combinación de motivaciones financieras, industriales y comerciales.
Por sectores, las inversiones en Asia se concentran en gran medida en los servicios de arrendamiento y empresariales, la venta al por mayor y al por menor, las tecnologías de la información y el software, los servicios financieros y la fabricación, con especial protagonismo de la automoción, la electrónica y los productos farmacéuticos. Esta concentración ilustra la estrategia de China de aprovechar Asia como centro financiero y base industrial para sus operaciones globales.
En lo que respecta específicamente a la ASEAN, la inversión extranjera directa de China en la región en 2024 mostró una clara inclinación sectorial hacia la fabricación, que absorbió 15 390 millones de dólares estadounidenses, lo que supone un aumento interanual del 68,2 % y representa el 44,8 % del total de los flujos. Este fuerte crecimiento subraya el papel de la ASEAN como centro fundamental para la reestructuración de la cadena industrial y la diversificación de la cadena de suministro de China en medio de las incertidumbres del comercio mundial. La inversión en manufactura se concentró en Tailandia, Indonesia, Vietnam y Singapur, mercados que ofrecen ventajas complementarias, como mano de obra rentable, expansión de la demanda interna, acuerdos comerciales favorables y posiciones logísticas estratégicas. Este patrón refleja la doble estrategia de China de consolidar las bases de producción en la ASEAN y aprovechar la región como puente para acceder a los mercados mundiales, en particular en el marco de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP).
Vietnam: consolidación de la estrategia «China+1» en Asia
Vietnam sigue siendo uno de los receptores de IED china que más rápido crece. En 2024, los flujos de inversión alcanzaron los 3920 millones de dólares, un 51 % más que en 2023. El stock de IED china se situó en 16 190 millones de dólares a finales de año, lo que supone un aumento del 19 % con respecto al año anterior. La inversión se concentró en la fabricación de productos electrónicos, textiles y maquinaria, con empresas como Luxshare, Goertek y Shenzhou ampliando sus instalaciones de producción.
América Latina: centros de inversión offshore y ricos en recursos
América Latina cuenta con 567 700 millones de dólares, lo que representa el 18,1 % de la inversión directa extranjera global de China, y las Islas Vírgenes Británicas y las Islas Caimán representan el 96,3 % de las inversiones regionales. Otros destinatarios son México, Perú, Brasil, Argentina, Panamá, Chile, Colombia y Ecuador. En América Latina, la atención se centra en los servicios de arrendamiento y empresariales, las tecnologías de la información, los servicios financieros, la fabricación y la minería, lo que refleja una doble estrategia de acceso a los recursos naturales y utilización de centros financieros extraterritoriales para optimizar la eficiencia de las inversiones.
Brasil: Energía y servicios digitales
En América Latina, Brasil registró flujos de IED china por valor de 416 millones de dólares en 2024, lo que supone un descenso del 17,8 % con respecto al año anterior. El stock de la IED china cayó a 3440 millones de dólares, un 12,8 % menos que el año anterior. Aunque sigue siendo significativa en sectores como las infraestructuras energéticas, las energías renovables y los servicios digitales, la escala de la inversión es mucho menor de lo que sugerían las estimaciones anteriores. Estos resultados reflejan tanto el gran mercado de consumo de Brasil como los retos a los que se enfrentan las empresas chinas para mantener inversiones a gran escala en un contexto de cambios en las condiciones financieras mundiales.
México: punto de entrada estratégico a América del Norte
México siguió atrayendo niveles crecientes de IED china. En 2024, los flujos alcanzaron los 1550 millones de dólares, un 44 % más que en 2023, mientras que el stock creció hasta los 4880 millones de dólares, lo que supone un aumento del 40 %. Las inversiones se concentraron en los sectores automovilístico y de baterías para vehículos eléctricos, ya que las empresas chinas aprovecharon el acceso comercial de México a los Estados Unidos en virtud del T-MEC. Esta estrategia les permite eludir algunas restricciones geopolíticas a la inversión directa en los Estados Unidos, lo que refuerza la posición de México como base de fabricación para acceder a las cadenas de valor de América del Norte.
Europa: expansión estratégica en medio de la complejidad geopolítica
La cuota de Europa en la IED china asciende a 169 200 millones de dólares, lo que representa el 5,4 % del total mundial. Entre los principales destinos se encuentran los Países Bajos, el Reino Unido, Luxemburgo, Alemania, Suecia, Rusia, Francia, Irlanda, Italia, Suiza, España, Hungría y Serbia, y los países de Europa Central y Oriental reciben en conjunto 6190 millones de dólares, lo que supone solo el 3,7 % de la inversión total europea. Las inversiones chinas en Europa se concentran en la fabricación, los servicios financieros, la minería, el arrendamiento y los servicios empresariales, y el comercio mayorista y minorista, haciendo hincapié en los sectores de alto valor y la integración estratégica a pesar de las dificultades normativas y geopolíticas.
Hungría: el nuevo centro automovilístico de Europa
En Europa, Hungría destacó por atraer una parte cada vez mayor de la inversión directa extranjera china. En 2024, los flujos alcanzaron los 564 millones de dólares, un 37 % más que en 2023, mientras que el stock ascendió a 1520 millones de dólares, lo que refleja un aumento del 40 %. Estas entradas convirtieron a Hungría en uno de los destinos más dinámicos de la UE para el capital chino.
El auge se vio impulsado por proyectos totalmente nuevos en la producción de baterías para vehículos eléctricos y cadenas de suministro de automóviles, liderados por empresas como CATL. Hungría se ha posicionado deliberadamente como el centro europeo de los vehículos eléctricos, ofreciendo condiciones favorables para la inversión, y el capital chino ha respondido en consecuencia. Este patrón ilustra cómo la IED china se alinea con la agenda de transición ecológica de Europa, al tiempo que se concentra en entornos políticos receptivos.
América del Norte: tecnología, finanzas y fabricación
América del Norte recibió 116 200 millones de dólares (el 3,7 % de la IED mundial), concentrados principalmente en Estados Unidos, Bermudas y Canadá. Los sectores más destacados son la fabricación, los servicios financieros y la minería, junto con importantes inversiones en las industrias tecnológicas y de servicios, lo que refleja ambiciones estratégicas a pesar de un entorno normativo complejo.
Estados Unidos: Retirada ante las presiones geopolíticas
La IED china en Estados Unidos se situó en 6630 millones de dólares en 2024, lo que supone un ligero descenso con respecto a 2023, pero sigue convirtiendo a Estados Unidos en el cuarto mayor receptor mundial de inversión china. Las tensiones geopolíticas, el mayor escrutinio de los acuerdos chinos y los cambios en las políticas industriales estadounidenses han afectado en cierta medida al apetito chino por la inversión.
África: Compromiso orientado a las infraestructuras y los recursos
África acoge 43 800 millones de dólares, es decir, el 1,4 % de la inversión extranjera directa china, y entre los principales receptores se encuentran Sudáfrica, la República Democrática del Congo, Nigeria, Níger, Mozambique, Angola, Mauricio, Etiopía, Kenia, Argelia, Zambia, Tanzania, Egipto y Ghana. Las inversiones se centran principalmente en infraestructuras, minería, servicios financieros y energía, lo que refleja el compromiso de China con las economías ricas en recursos y los proyectos de desarrollo vinculados a la BRI.
Nigeria y Sudáfrica: pilares de África
En África, la inversión china sigue profundizándose en Nigeria y Sudáfrica. Nigeria ha atraído crecientes compromisos chinos en infraestructura y energía, incluidas las energías renovables y el transporte de energía. Sudáfrica, por el contrario, es un destino preferido para las finanzas, la fabricación industrial y los servicios digitales. Estas dos economías siguen siendo los pilares de la IED china en África, lo que refuerza la estrategia de Pekín de integrarse en el desarrollo industrial y la transición energética del continente.
Oceanía: recursos naturales y servicios empresariales
Oceanía representa 38 500 millones de dólares estadounidenses (el 1,2 % del total mundial), con inversiones principalmente en Australia, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, Samoa, Fiyi y las Islas Marshall. La IED china se centra en la minería, el arrendamiento y los servicios empresariales, los servicios financieros, el sector inmobiliario y la fabricación, en consonancia con los recursos naturales de la región y las oportunidades comerciales estratégicas.
Países de la BRI: crecimiento estratégico
A finales de 2024, China había establecido 19 000 empresas en el extranjero en los países de la BRI, con un stock total de IED de 370 100 millones de dólares estadounidenses, lo que representa el 11,8 % de la IED global de China. T
Los principales destinos de la BRI son Singapur, Indonesia, Luxemburgo, Tailandia, Vietnam, Rusia, Malasia, Laos, los Emiratos Árabes Unidos y Camboya, lo que refleja el énfasis estratégico de China en la infraestructura, el comercio y la integración financiera en estos mercados.
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Los 20 principales países (regiones) por flujo de IED de China en 2024 |
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| N.º | País/región | Flujo (miles de millones de dólares estadounidenses) | Porcentaje del total (%) |
| 1 | China Hong Kong | 1161,2 | 60,4 |
| 2 | Singapur | 178,9 | 9,3 |
| 3 | Islas Caimán | 88,7 | 4,6 |
| 4 | Estados Unidos | 66,3 | 3,5 |
| 5 | Indonesia | 45,9 | 2,4 |
| 6 | Tailandia | 45,6 | 2,4 |
| 7 | Federación Rusa | 42,7 | 2,2 |
| 8 | Vietnam | 39,2 | 2,0 |
| 9 | Islas Vírgenes Británicas | 29,1 | 1,5 |
| 10 | Luxemburgo | 25,9 | 1,3 |
| 11 | México | 15,5 | 0,8 |
| 12 | Reino Unido | 14,7 | 0,8 |
| 13 | Camboya | 14,6 | 0,8 |
| 14 | Malasia | 13,1 | 0,7 |
| 15 | Alemania | 12,4 | 0,6 |
| 16 | Suecia | 11,5 | 0,6 |
| 17 | Irlanda | 10,4 | 0,5 |
| 18 | Australia | 9,5 | 0,5 |
| 19 | Corea del Sur | 8,7 | 0,5 |
| 20 | Japón | 8,4 | 0,4 |
| Total | 1.842,3 | 95,8 | |
Distribución de la IED de China por sectores
A finales de 2024, la IED de China abarcaba todos los sectores principales de la economía nacional, aunque seguía estando muy concentrada en un número limitado de industrias. Solo los siete sectores principales representaban casi el 89 % del stock total de IED, lo que pone de relieve el dominio continuado de los pilares tradicionales en la cartera de inversiones globales de China.
Distribución de la IED de China por sectores (en miles de millones de dólares estadounidenses)
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Los sectores líderes incluyen:
- Servicios de arrendamiento y empresariales (967 800 millones de dólares estadounidenses, 30,8 %), impulsados principalmente por estructuras de inversión y concentrados en centros financieros regionales y extraterritoriales como Hong Kong, las Islas Vírgenes Británicas, las Islas Caimán, Singapur, Estados Unidos, Australia, Países Bajos, Reino Unido y Luxemburgo.
- Transmisión de información, software y servicios de TI (398 200 millones de dólares estadounidenses, 12,7 %), un sector en el que los inversores privados chinos son especialmente activos, lo que refleja el impulso del país hacia la globalización digital.
- Comercio mayorista y minorista (384 300 millones de dólares, 12,2 %), lo que subraya la creciente integración de China en las cadenas de suministro y las redes de distribución mundiales.
- Fabricación (338 900 millones de dólares, 10,8 %), concentrada en automóviles, electrónica, equipos especializados, textiles y prendas de vestir, y productos farmacéuticos, lo que demuestra la estrategia de China de expandir su capacidad industrial en el extranjero y fortalecer la integración de la cadena de valor mundial. Cabe destacar que solo la fabricación de automóviles representa 73 400 millones de dólares, es decir, el 21,6 % de la IED en el sector manufacturero.
- Servicios financieros (326 700 millones de dólares, 10,4 %), que apoyan la expansión empresarial, la gestión transfronteriza de capitales y la integración financiera internacional.
- La minería (248 600 millones de dólares, 7,9 %), que garantiza el acceso continuo a energía y materias primas esenciales, en consonancia con las prioridades de China en materia de seguridad de los recursos.
- Transporte, almacenamiento y servicios postales (114 700 millones de dólares, 3,7 %), que reflejan la inversión en transporte acuático, logística multimodal, aviación y almacenamiento.
Otros sectores destacados son el inmobiliario (99 000 millones de dólares, 3,2 %), la producción y el suministro de electricidad, calefacción, gas y agua (82 200 millones de dólares, 2,6 %), investigación científica y servicios técnicos (64 300 millones de dólares, 2,0 %), construcción (56 600 millones de dólares, 1,8 %) y agricultura, silvicultura, ganadería y pesca (22 200 millones de dólares, 0,7 %). Estas cifras ponen de relieve la diversificación gradual de China hacia industrias sostenibles, orientadas a los servicios e impulsadas por la innovación, en consonancia con las prioridades de la política nacional.
Los datos de 2024 ponen de relieve algunas tendencias interesantes en la composición de la IED de China. Si bien los sectores tradicionales, como el arrendamiento, las finanzas, la fabricación y la minería, siguen representando más del 60 % del stock total, sus cuotas relativas se han estabilizado o incluso han disminuido en comparación con años anteriores.
Por el contrario, las áreas emergentes están ampliando su presencia: la cuota de la tecnología de la información pasó del 10,5 % en 2020 al 12,7 % en 2024, la investigación científica y los servicios técnicos se expandieron casi un 30 % en valor durante los últimos cinco años, y el comercio mayorista y minorista subió del 10,8 % en 2019 al 12,2 % en 2024.
Incluso dentro de la industria manufacturera, solo los automóviles representan ahora más de una quinta parte de la IED sectorial, lo que refleja el impulso global hacia las cadenas de suministro de vehículos eléctricos. En conjunto, estos cambios apuntan a una estructura de inversión global más equilibrada, impulsada por la tecnología y orientada a la sostenibilidad, en consonancia con la estrategia a largo plazo de China de asegurar recursos, ampliar la capacidad industrial en el extranjero y acelerar el crecimiento impulsado por la innovación.
Distribución de la IED de China por estructura de propiedad y provincia/región de origen
Por propiedad
A finales de 2024, la IED de China estaba dominada por las empresas públicas, que representaban casi 2,03 billones de dólares (64,6 %). Solo las empresas centrales representaban 1,25 billones de dólares, lo que refleja su papel estratégico en la obtención de activos en el extranjero y el apoyo a las iniciativas impulsadas por el Estado. Las empresas no públicas contribuyeron con aproximadamente 1,11 billones de dólares estadounidenses (35,4 %), lo que pone de relieve el papel cada vez más importante del capital privado en los mercados mundiales.
La IED no financiera (2,813 billones de dólares estadounidenses) está impulsada de forma abrumadora por empresas nacionales (82,5 %), con sociedades de responsabilidad limitada (56,2 %) y sociedades anónimas (22,2 %) constituyendo la mayor parte. Las empresas con inversión extranjera (4,3 %) y las empresas de Hong Kong, Macao y Taiwán (3,5 %) son contribuyentes menores, lo que subraya que la estrategia de inversión internacional de China sigue estando anclada en gran medida en el ámbito nacional.
Por provincia de origen
A nivel regional, la IED se concentra en las provincias orientales más desarrolladas, que en conjunto representan más del 83 % de la inversión local no financiera.
Guangdong lidera la lista con 251 300 millones de dólares, seguida de Shanghái (171 900 millones), Zhejiang (136 800 millones) y Pekín (107 200 millones). Otras provincias destacadas son Shandong (94 000 millones de dólares), Jiangsu (76 400 millones de dólares) y Fujian (36 400 millones de dólares), lo que refleja su capacidad industrial, su acceso al capital y sus redes internacionales.
Las regiones central, occidental y nororiental desempeñan un papel menos importante, lo que ilustra la persistente disparidad geográfica en la capacidad de inversión global de China.
Esta distribución sugiere que la IED de China no solo está determinada por la estructura de propiedad, sino también por la fortaleza económica regional. Las empresas públicas impulsan inversiones estratégicas alineadas con el Estado, mientras que las empresas privadas y costeras aprovechan la aglomeración económica y la conectividad internacional, diversificando gradualmente la huella de inversión global de China.
Comparación del rendimiento de la IED: 2023 frente a 2024
Cambios sectoriales
En 2023, la IED de China se concentró principalmente en sectores como el arrendamiento y los servicios empresariales, el comercio mayorista y minorista, la fabricación y las finanzas, que en conjunto representaron casi el 80 % del total.
Sin embargo, en 2024 se produjo un giro perceptible hacia los sectores de alta tecnología, energía verde e infraestructura digital. Esta transición se ajusta a la estrategia económica general de China, que hace hincapié en la innovación tecnológica y el desarrollo sostenible. Por ejemplo, el valor de los proyectos de ingeniería, adquisición y construcción (EPC) en el extranjero recién firmados aumentó un 1 % interanual hasta alcanzar los 267 300 millones de dólares estadounidenses en 2024, con un aumento del 13 % en los contratos para proyectos de ahorro energético y respetuosos con el medio ambiente.
Reasignación regional
El panorama general refleja una clara reorientación estratégica. Asia mantuvo su posición como destino principal, basándose en los vínculos de larga data de la cadena de suministro y la integración regional. El continuo énfasis en el sudeste asiático, por ejemplo, demuestra el enfoque más amplio de «China+1» de China, ya que las empresas diversifican la producción y gestionan el riesgo en medio de la incertidumbre geopolítica y económica.
Por el contrario, la inversión en los mercados desarrollados disminuyó notablemente. Las fusiones y adquisiciones chinas en Estados Unidos, por ejemplo, alcanzaron su nivel más bajo en diez años, mientras que en Europa se observó una concentración en un conjunto limitado de economías receptivas. Esta tendencia no es tanto una retirada repentina como el resultado del persistente escrutinio regulatorio, el aumento de las tensiones geopolíticas y el endurecimiento de los controles de inversión en los principales mercados occidentales, que en conjunto han reducido el atractivo de los destinos tradicionales para las fusiones y adquisiciones a gran escala. Por el contrario, los mercados emergentes de África, América Latina y algunas partes del sudeste asiático experimentaron mayores entradas de capital.
Estas regiones combinan unas perspectivas de crecimiento sólidas con marcos políticos favorables, lo que crea oportunidades de riesgo comparativamente menor para los inversores chinos. La energía, las infraestructuras y los servicios digitales en estos mercados se ajustan a los objetivos estratégicos generales de China, entre los que se incluyen la obtención de recursos, la creación de nuevos vínculos comerciales y la expansión de su influencia global.
En general, los datos apuntan a un reajuste deliberado de la estrategia de inversión extranjera directa de China: alejarse de las economías desarrolladas altamente reguladas y acercarse a los mercados emergentes que ofrecen un mayor crecimiento, apoyo político y alineación estratégica. El cambio refleja una combinación de dinámicas de mercado, consideraciones de gestión de riesgos y planificación estratégica a largo plazo, más que una reacción a corto plazo a las condiciones económicas por sí solas.
Perspectivas estratégicas
De cara al resto de 2025 y la primera mitad de 2026, la estrategia de IED está lista para seguir evolucionando, influida tanto por la dinámica económica mundial como por los ajustes de la política interna. Se espera que el enfoque se desplace hacia la mejora de la resiliencia estratégica mediante una diversificación de la estructura global y la flexibilidad de la cadena de suministro.
Diversificación y resiliencia de la cadena de suministro
En respuesta a las tensiones geopolíticas actuales y a la necesidad de una mayor seguridad económica, es probable que China continúe con sus esfuerzos por diversificar sus destinos de inversión. Esta estrategia tiene como objetivo mitigar los riesgos asociados a la dependencia excesiva de una sola región o mercado. Al ampliar las inversiones a una gama más amplia de países, China busca fortalecer sus lazos económicos a nivel mundial, garantizando cadenas de suministro más estables y seguras.
Profundización del compromiso con los mercados emergentes
Se prevé que se profundice la participación de China en los países de la BRI y otros mercados emergentes. Estas regiones ofrecen un importante potencial de crecimiento y se ajustan a los intereses estratégicos a largo plazo de China. Se espera que las inversiones se centren en sectores como las infraestructuras, la energía y la tecnología, en los que China puede aprovechar su experiencia y sus recursos para fomentar el crecimiento y el desarrollo mutuos.
Avances en innovación tecnológica
La innovación tecnológica sigue siendo una piedra angular de la estrategia de inversión directa en el extranjero (IDE) de China. Es probable que se intensifiquen los esfuerzos por desarrollar capacidades competitivas a nivel mundial y controladas de forma independiente. Este enfoque tiene como objetivo navegar por un entorno externo cada vez más complejo, garantizando que China se mantenga a la vanguardia de los avances tecnológicos y pueda ejercer una mayor influencia en los mercados mundiales.
Apoyo político y alineación estratégica
Se espera que el Gobierno chino siga aplicando políticas que respalden estos objetivos estratégicos. Esto incluye ofrecer incentivos para las inversiones en sectores y regiones clave, así como facilitar procesos de inversión más fluidos para las empresas chinas en el extranjero. Estas políticas están diseñadas para alinearse con los objetivos económicos generales de China y mejorar su posición en el panorama económico mundial.
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